Patita es muy bella y esto la tare muy envarada. Cree que siempre se mantendrá hermosa y mira a sus vecinos por encima del hombro. Les considera indignos de su atención. Por eso siempre sale a pasear, vestida con sus mejores galas, levanta la barbilla y mira hacia delante con gesto desdeñoso.
Esta tarde, patita estrena vestido, sombrero y bolso. No se puede negar que tiene un aire elegante y distinguido. Todos a su paso, se deshacen en piropos y cumplidos, pero ella ni siquiera les saluda. ¡Que engreída camina por la calle principal del pueblo!
“Bah, son unos mentecatos! Visten pobremente y no tienen mi elegancia y distinción. Si creen que voy a dirigirles la palabra, van listos” – piensa patita para sus adentros, con una mueca despreciativa.
Tanto levanta la barbilla que no ve el terreno que pisa. Sucede lo inevitable. Patita se mete en un
charco, resbala y cae sobre agua sucia. Además de mancharse la vestimenta, se rompe una pata.
Todos sus amigos y vecinos se apresuran a visitarla, sin acordarse de pasadas humillaciones. Se esmeran en consolarla y desearle un pronto restablecimiento.
Patita comprende la inutilidad de su soberbia y reconoce su error. Pide perdón a todos sus visitantes y asegura: -Vosotros sí que sois elegantes y nobles, amigos míos.
viernes, 7 de diciembre de 2007
la patita presumida/ cuento
Publicado por
pauli
en
19:59
Etiquetas: Tercer certamen
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