Doña Abeja y doña Hormiga, sentían un gran cariño la una por la otra. Además, ¡que casualidad!, a la primera de encantaban los alimentos que almacenaba su amiga de cara al invierno y a doña Hormiga la volvía loca la miel producida por doña Abeja. Eso daba lugar a un frecuente intercambio de regalos.
En cierta ocasión, Doña Abeja salió de viaje y dejó las llaves de su casa a doña Hormiga. A los pocos días, esta sintió la tentación de entrar en el hogar de la viajera y darse el gran atracón de miel, pero se contuvo en el último momento: “¡Oh, no! Hacer eso sería un abuso de confianza, algo indigno de nuestra amistad”- se dijo ella.
Meses después se cambiaron las tornas y fue doña Hormiga quien se vio obligada a dejar su hogar durante algún tiempo. Naturalmente dejó las llaves a su íntima amiga.
Al  día siguiente, doña Abeja entró a la casa  de doña Hormiga, mientras se decía: ¡Bah! Estoy segura que, cuando le dejé las llaves de mi casa, ella se decidió a saquear mi despensa. Desde luego supo hacerlo muy bien, porque, a mi vuelta, por más que busque, no pude encontrar huella del estropicio. Ahora es la mía y me daré el gran banquete a su costa!”
¿Cuál de ellas era verdaderamente digna de amista, amigos? 
Una fábula para cada día
Ediciones susaeta
Segunda reimpresión 1985
Adaptación J. Ignacio Herrera
viernes, 7 de diciembre de 2007
abuso de confianza/ cuento
Publicado por
pauli
en
19:55
 
Etiquetas: Tercer certamen
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